jueves, septiembre 14, 2006

Por Qué Odio Saturno

Qué mañanita, Dios mío, qué mañanita... Con todo el tinglado matutino montado (el Cuní, el Photoshop abierto, lectura para descansar entre Ctrl+S y Ctrl+S...), decido hacer limpieza en el ordenador, grabar un DVD con trabajo de los últimos meses, y dejar el portátil un tanto más descargadito. Con tan mala follá, que la lío finamente y me cargo la carpeta en la que estaba trabajando. Alegría. Viva el Windows.

He despertado a todos los vecinos con el grito que he pegado. Por suerte, parece que tiene solución, pero con todo el cabreo sólo podía mirar la portada del cómic que tengo sobre la silla:


En teoría esta mañana quería colgar el último boceto de dragón que hice para el tema de Midnight, pero evidentemente, dadas las circunstancias, me apetece más hablaros de este tebeo, que por ahora (aún no lo ho terminado) es una calidad.

Ya hace tiempo que me lo recomendó Abel Carrasco, profe mío en Joso y colega de tertulias, sobretodo después de contarle una historia que tenía en mente (llamada 22, algún día os hablaré de ella) y notar que había puntos en común con el cómic de Kyle Baker. El caso es que Por Qué Odio Saturno esta publicado como novela gráfica por Norma, y, como tal, supone un hostión a la cartera de campeonato (por eso había quedado retrasado indefinidamente), pero con el re-descubrimiento de las bibliotecas públicas, he podido agenciármelo y leer con ganas cada página de las 200 y pico de que consta.

Por Qué Odio Saturno es un cómic así como de modernos, con toques bizarros, que parece más una "auca", con textos a pie de ilustración, que un tebeo puro y duro. Los personajes son muy muy chulos (Anne y Frank son los protas, pero los secundarios funcionan muy bien) y pese a que la trama se desgrana muy poco a poco, de manera episódica, te captura a medida que avanzas... En fin, empieza siendo la clásica diatriba sobre la sociedad capitalista, siguiendo por una especie de thriller policíaco bizarro (la hermana de Anne cree que viene de Saturno y la mete bien metida en sus follones, con tiros incluídos) y acabando... bueno, ya veremos como acaba, porque aún me queda casi la mitad (!)

En fin, una lectura recomendable, aunque sea por la narrativa de Kyle Baker y sus expresivos dibujines. Canela fina. Mañana, dragones.

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